miércoles, diciembre 21, 2005


PEQUEÑO RELATO NAVIDEÑO

¡Cuántas luces! ¡Qué diferencia con el campo! En el cortijo, donde siempre he vivido, cuando se pone el sol sólo dos tristes bombillas dentro de unos faroles de forja alumbran la entrada al caserón. Sin embargo aquí, en la ciudad donde me han traído, las calles están adornadas con miles de bombillas de diferentes colores. Las bombillas agrupadas por alambres y cables forman diferentes figuras, unas veces son los Reyes Magos, otras unos angelitos con trompetas y el Nacimiento, pero la que más se repite cada pocos metros es "Feliz Navidad". La gente, que abarrota las calles, parece estar feliz y cuando se encuentran con conocidos se desean felices fiestas. Pero yo estoy triste, en lo más profundo de mí hay algo que me acongoja, parece que estoy barruntando algo desagradable y no sé el qué. Este desasosiego aparentemente no tiene razón de ser, tengo una magnífica salud, como bien y tampoco me siento solo, me acompañan mis amigos de siempre. La única leve molestia me la produce la cuerda que rodea mi cuello y sujeta un pedazo de cartón donde con tiza el humano que me cuida ha escrito: "Se venden pavos vivos a 6 € el kilo".
©Paco Molina/2005

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FELICITACIÓN ¿Laica o religiosa?

Los cristianos más conservadores e integristas de los EE.UU. no deben de ver en su país (o fuera de él) nada por lo que clamar al cielo. Como el catálogo de personas necesitadas les debe de parecer poco, se aburren. Para estos integristas parece que no hay enfermedades, injusticias, hambre, guerras, calamidades, torturas, crimen o delincuencia contra lo que luchar o rezar. Ahora han iniciado una cruzada contra la mala gente que en lugar de decir "Feliz Navidad" dicen "Felices Fiestas". Eso les parece horrendo. Es la “Guerra de la Navidad”. Hasta han criticado al Presidente (que lo han puesto ellos) por atreverse a felicitar con una tarjeta que dice Felices Fiestas y no menciona la Navidad. Claro, los asesores de la Casa Blanca habrán pensado que en un país sin religión oficial no se puede hacer una felicitación que deja fuera a millones de ciudadanos que no tienen a la religión cristiana como su referente, sin contar a los del resto de la Tierra. Más de la mitad de la población del mundo profesa otras religiones. Además, para la mayoría de los cristianos la Navidad significa vacaciones, comer, beber y consumir, es decir, fiesta. Así que estos cristianos radicales y sus comandos se dedican a decirle a la población que digan "Feliz Navidad". Armados con la Biblia, cada vez que oigan a una cajera del supermercado, por ejemplo, decirle a sus clientes “Felices Fiestas” o “Felices Vacaciones”, le espetarán que está participando en la aniquilación de la Navidad y que se va a condenar en el Fuego Eterno. Para recaudar fondos (para la campaña de la Guerra de la Navidad) están vendiendo a dos dólares unas pulseritas de caucho (sí, de ese material con el que también se hacen los condones) que dice “Di Feliz Navidad”.

Celebréis lo que celebréis os deseo a todos mucha felicidad.




jueves, diciembre 15, 2005


FICCIONES...

Johnny y Tommy son dos adolescentes que están tumbados en el césped que hay delante de sus casas. Desde donde están se puede leer una enorme valla publicitaria, estratégicamente colocada para ser leída por las personas que viajan en los vehículos que transitan por la carretera estatal. El texto de la valla es: “Bienvenidos a Kansas. En nuestro estado no encontrará a ningún descendiente del mono. Es un mensaje de la Junta Educativa. Velamos por que nuestros hijos tengan una educación inculta y doctrinaria.”

De todos es sabido que grandes científicos y pensadores en muchas ocasiones han realizado sus descubrimientos por la mera observación de cosas y hechos aparentemente intrascendentes. Arquímedes, por ejemplo, cada vez que se bañaba dejaba el cuarto de baño anegado y siempre acababa discutiendo con su mujer. La pobre mujer acababa agotada de tanto recoger agua. Un día le dijo: “Arquí, cariño, hay que ver cómo me pones el cuarto de baño cada vez que te lavas. Tú serás todo lo pensador que quieras, pero hasta un niño sabe que si llenas la bañera hasta el borde cuando te metes rebosará. ¡Así que no la llenes tanto!” Él observó el charco de agua, la bañera, su cuerpo con problemas de sobrepeso y exclamó: ¡Eureka, lo encontré! La mujer pensó al oír la exclamación que había perdido alguna de las cosas que se suelen perder en los cuartos de baño: la pastilla de jabón, el peine, una lentilla y que, por fin, la había encontrado. Pero no, lo que encontró fue el Principio que lo ha hecho celebre.

De igual manera, Johnny acababa de leer la valla publicitaria, se había sacado un moco de la nariz (con el que hizo una pelotilla) y al observarlo y darle vueltas entre sus dedos pulgar e índice empezaron a fluirle ideas filosóficas y preguntas trascendentales. El diseño de su pelotilla de moco le recordó al Diseño Inteligente que ahora se estudiaba en la escuela para explicar el origen divino del hombre. Le dijo a su amigo Tommy:
“No sé, no sé… No me convence lo del Diseño Inteligente. Encuentro algunos fallos en el Génesis. Algo no me cuadra. Si fuera real lo que dice la Biblia tendríamos que reconocer que descendemos de un asesino y eso no me gusta nada”.
El amigo lo miraba atónito. Sabía que todo lo que le interesaba a Johnny se resumía en una palabra: Playstation. Tommy le dijo a su amigo:
“Pero, ¿qué te pasa tío? ¡Tú flipas! ¿De qué asesino hablas?”
“De Caín”, contestó Johnny. En ese momento la pelotita de moco se le cayó de entre los dedos y se esfumaron todas las ideas profundas que tenía. Quedó como mudo. Ante el silencio de Johnny, Tommy empezó a hablar:
“La semana pasada el padre Sobón fue a mi casa a merendar con mi madre. Ella se retrasó un poco del trabajo y me dijo por teléfono que lo atendiera mientras ella llegaba”.
“¿Te quedaste solo con el padre Sobón?¡Que valor, tío! ¡A ver si te va a gustar que te manosee!”, dijo Johnny, haciéndole una burla.
“¡Eres imbécil!” Le replicó Tommy y continuó:
“Pues… hablamos un rato sobre la Biblia”.
“¡Tú hablando de la Biblia! No me lo creo. Si tú pasas. Sólo quieres saber de Internet. Todo el día te pasas navegando. ¡Tommy el geek!” Johnny se rió muy teatralmente.
“¡Qué capullo eres! Quería reírme un rato de él. Le dije que no entendía con quién pudo tener hijos Caín. Como la única mujer que había era su madre Eva y el Señor condena el incesto… si podría ser que Caín hubiera hecho el amor con una mona y hubieran tenido un bebe mitad hombre mitad mono… qué quizá eso era la evolución que dicen los científicos”.
“¿Le preguntaste al cura que si Caín había follado con una mona?” Interrumpió Johnny. “¡Qué bueno, tío! ¿Y qué te dijo el padre Sobón?”
“Me echo una bronca. Me dijo que eso rea imposible. Me cogió la cabeza y me manoseó los pelos (el mote de Sobón no era gratuito) y me dijo que en qué se parecía este pelo tan sedoso al de un mono, que si no me acordaba de la visita al zoo que hicimos con la parroquia, que me mirara al espejo, que si yo creía que mi madre tenía el culo y sus partes rojas y atomatadas como las monas, que si no me fijé en cómo los monos macho se toqueteaban sus partes y tenían unos penes feísimos y muy diferentes a los de los humanos. ¿O acaso tu pene es igual que el de un mono?” Me dijo.
“¡Guau, esto se pone caliente! ¿Y te hizo sacarte la polla? ¿Qué pasó, tío?”, dijo Johnny.
“Nada, en ese momento llego mi madre”, contestó Tommy.
“Oye, Tommy, ¿tú te follarías a una mona? Bueno, a lo mejor tú prefieres follarte a un mono peludo. ¡Ja, ja, ja!”
“Pues a lo mejor te follo a ti, que presumes de tener mucho pelo”, contestó Tommy.
“ Tommy, tío, de tanto hablar de follar me he empalmado. ¿Nos hacemos unas pajas?”
En ese momento se asomó al porche de la casa una mujer que gritó: “¡Johnny, Johnny! ¡A cenar! ¡Vamos, que papá espera para bendecir la mesa!

En las calles de la ciudad de Nueva York se ven extraordinarios graffitis y murales. En éste de la calle Lafayette, con el que ilustro este post, se copia la Creación del Hombre, fresco que decora la capilla Sixtina. Al autor de este mural neoyorquino parece que se le fue la mano con la pintura negra y ennegreció a todos los protagonistas de la escena. En el cielo también hay angelitos negros, como cantara Antonio Machín al son de sus maracas. Pero quizá fue a Miguel Ángel a quien se le fue la mano con la pintura blanca. La tradición judeo-cristiana sitúa el jardín del Edén al sur de Irak, entre los ríos Tigris y Eufrates. En esa región los hombres son bastante más oscuros y peludos que el que pintara Miguel Ángel, así que el grafitero neoyorquino se acerca más a lo que hubiera sido Adán de haber existido.

Siempre que veo esta pintura, donde el dedo divino señala al hombre recién creado, me acuerdo del poema satírico del escrito Manuel Barrios:

"Ya acabada la Sixtina, de Miguel Ángel se cuenta que, al ir a cobrar la renta en la Caja papalina, preguntó al Papa, entre airado, orgulloso y engreído:
— De mi genio trascendido el Hombre que yo he pintado,
¿de qué será criticado?
Y dijo el Papa atrevido:
— De... demasiado agachado, pichicorto y aburrido."

¡Qué verdad tan grande, bueno en este caso tan pequeña, dice el poema! Mira que el cuerpo del hombre pintado por Miguel Ángel es majestuoso, pero qué picha más corta le puso. Unos centímetros de más hubieran perfeccionado la obra. ¡Tanta dinamita para tan poca mecha!

viernes, diciembre 09, 2005


TATUAJES

Desde que Rafael de León escribiera la canción “Tatuaje”, para mayor gloria de Concha Piquer, ha llovido mucho. La España actual no es la de los años cuarenta. Fueron duros años de dictadura, miseria y nacional catolicismo. Es difícil de entender que la censura, que todo lo controlaba, pasara por alto la letra de la canción. Quizá fuera porque quien la interpretaba, “ la Piquer”, era adicta al régimen franquista. Quizá también porque quien la compuso era de “rancio abolengo” y podía poner tras su largísimo nombre (Rafael de León y Arias de Saavedra, sin contar los nombres de pila bautismal) los títulos de Conde de Gómara y Marqués del Valle de la Reina. Que Rafael de León fuera noble no fue óbice para ser amigo de conocidos republicanos de izquierdas (antes de ser asesinados o exiliados), para pegarse grandes fiestas en cabaretes, tabernas o en los locales más sórdidos de la época y llevar una vida más o menos declarada de homosexual. Pero bueno, yo no quería hablar en esta entrada de mi visión de la España de aquellos años. Quiero hablar de tatuajes.

La cruda canción habla de un marinero que lleva tatuado un corazón en el pecho y en el brazo el nombre de una mujer. El rubio marinero lleva incrustado en su piel el nombre de la persona a quien ama apasionadamente, pero ese amor ya no es correspondido: “Ella me quiso, y me ha olvidado, en cambio, yo no la olvidé”, dice la letra. Un amor imposible. Un drama. El guapo marinero (debía serlo, ya que deja “trastorná” y al borde de la cirrosis producida por el abuso del aguardiente a la protagonista femenina de la canción) no sólo llevaba un tatuaje, era una historia escrita en forma de tatuaje en su piel.

Hubo un tiempo en que detrás de un tatuaje había una historia. En muchos casos decoraban carne de presidio. Puntos, entre el pulgar y el índice, que se exhibían con orgullo en los ambientes más marginales, como quien enseña el carné de socio de un selecto club. El club de la trena. Pero, claro, esa credencial delataba el pasado y no servía para otros ambientes si se tenía voluntad de cambiar.

Hace bastantes años conocí a un chapero (un chulo, un prostituto) que se buscaba la vida mercadeando con su cuerpo en los billares del Café Madrid de Sevilla. Al escribir esto me acuerdo de lo que decía el transformista valenciano “La Sareta” en sus shows: “¡Billares Colón, el hogar del maricón!”. Éstos de Sevilla en aquella época también eran el “hogar” de muchos homosexuales. El entonces joven chapero (de la misma edad que yo) intentaba parecer chico dulce o chico duro, según le convenía dependiendo de cómo intuía que lo preferiría el cliente. Se ocultaba, o no, la mano en el bolsillo mientras concretaba el servicio a prestar y por cuánto, la mano en que unos puntos delataban su paso por la Prisión Provincial. La vida profesional del chapero, igual que la de los futbolistas, es corta. Cuando decidió intentar cambiar de vida (¿lo conseguiría?) empezó por eliminar esos puntos tatuados que le recordaban un pasado nada grato para él. Acabó quemándolos con un punzón al rojo vivo y como anestesia se bebió una botella de whisky DYC.

Continuara…

viernes, diciembre 02, 2005


1 de Diciembre
DIA MUNDIAL DE LA LUCHA CONTRA EL SIDA

“ Enciende una vela para recordar. Enciende una vela para la esperanza”, ha sido el lema del
AIDS MEMORIAL que ha tenido lugar en Hyde Park de Sydney.